La Madre simboliza la entrada a la Vida. Es nuestro primer contacto con ella y nuestra alma está fusionada profundamente con la biología materna. Ella nos lega la impronta genética de su sistema familiar y del sistema familiar del Padre. A través de su estado psicoemocional vamos desarrollando nuestro cerebro en su vientre. Todo aquello que sea percibido y experienciado en nuestra etapa intrauterina por nuestra Madre queda grabado en nuestra psique inconsciente y condicionará en mayor grado nuestros hábitos y conductas en nuestra Vida como adultos.
En los primeros años de Vida, ella representa la mayor parte de nuestro mundo emocional y el vínculo que se establece marcará el desarrollo en las etapas de vida que vendrán a posteriori. Es por ello que la Madre representa la Vida manifestada en Si misma, el propósito que le demos y el éxito que logremos estarán fuertemente condicionados por este vínculo. La imagen de nuestra Madre en la Mente inconsciente determina por tanto el grado de éxito y abundancia que sepamos generar, determina nuestra capacidad de dar Vida a nuestros proyectos personales, laborales, económicos y sentimentales, asi como en realidad deseamos que estos se manifiesten. Madre es sinónimo de éxito y abundancia en todas las areas de nuestra Vida. Antes de encaminarnos hacia un proyecto personal deberíamos de sentir el vínculo establecido con nuestra Madre y ser conscientes de que necesitamos que ese vínculo sea fuerte y nos lleve a enraizarnos con determinación en este Mundo.
En Constelaciones familiares hablamos de tomar a la Madre. Este acto es sinónimo de tomar la Vida así como se nos ha dado, sin pedir que nada sea diferente, aceptando los retos y las pruebas que la Vida misma nos ha legado, aceptando de forma incondicional, con amor y honra el legado que nuestra Madre nos ha entregado. Honrando a la Vida y al Destino de la Madre nos disponemos a vivir y experienciar nuestra Vida desde ese mismo sentimiento, abiertos hacia lo que deba ser para nosotros.
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